Siempre me gusto dibujar detrás de algún cuaderno o de algún libro de Historia. Comencé dibujando sobre los mismos grabados del libro y contextualizaba mis dibujos con lo que leía en el pie de la imagen.

Mi gusto por el arte comenzó en el supermercado con las revistas que hojeaba mientras acompañaba a mi mamá a hacer las compras. Elegía siempre la que tuviera historietas o algún dibujo animado en la contraportada. El Diario de Greg fue el primer libro que leí de niño y las ilustraciones me parecían la cosa más placentera, me gustaba el hecho de lograr entender el libro sin siquiera leer los textos. La escritura es otra de mis pasiones, aunque esta la descubrí tiempo más tarde.

A través de la lectura me transporté a otros mundos y me sentía con el poder de imaginar a mi manera las palabras que el libro me proyectaba. La escritura se volvió a partir de ello, un elemento esencial en mi vida. Utilicé la escritura como un medio para descargar la serie de emociones atrapadas en mi cabeza, algunas personas lograron encontrar estos escritos y me pidieron más. Al parecer mis problemas particulares eran más universales de lo que yo creía.